miércoles, 9 de noviembre de 2011

Edith Newbold Wharton

Edith Newbold Wharton (1862-1937), escritora estadounidense galardonada con el Premio Pulitzer. En sus novelas describe las numerosas contradicciones de una sociedad atrapada en el desapasionamiento de la época victoriana.
Edith Newbold Jones nació en Nueva York el 24 de enero de 1862, y recibió una educación privada. En 1885, se casó con el banquero Edward Wharton, de quien se divorció en 1913. Durante la década de 1890 escribió relatos para Scribner's Magazine, y en 1902 publicó una novela histórica titulada El valle de la decisión. Su fama literaria se consolidó finalmente con La casa de la dicha (1905), una obra que, como muchas de sus novelas posteriores, está poblada de personajes pertenecientes al cerrado y artificioso mundo social en el que ella misma había nacido.
En 1907 se estableció definitivamente en Francia. Su novela corta Ethan Frome, una trágica historia de amor entre personas corrientes ambientada en Nueva Inglaterra, se publicó en 1911. En opinión de muchos críticos, este libro alcanza, por su sencillez, una universalidad que no tienen sus novelas de sociedad. Posteriormente Wharton escribió un gran número de libros de viajes, relatos (destacan algunos cuentos de fantasmas memorables), poemas y novelas. Entre estas últimas cabe mencionar: Las costumbres del país (1913), La edad de la inocencia (1920; Premio Pulitzer en 1921), y cuatro novelas cortas agrupadas bajo el título Vieja Nueva York (1924). Cuatro de sus obras fueron llevadas con éxito al teatro. En 1993 Martin Scorsese estrenó una versión cinematográfica de La edad de la inocencia que vino a despertar de nuevo el interés por la obra de Wharton. La novela se convirtió en un best seller y su éxito se extendería a otras obras de la escritora. Esta popularidad animó a los editores a publicar dos novelas inéditas hasta la fecha: Atado y suelto, su ópera prima, y Los bucaneros, su última e inacabada novela.
Wharton, que en 1924 se convirtió en la primera mujer merecedora de un título honorario de la Universidad de Yale, ofreció una visión irónica y desapegada de la sociedad victoriana. Al igual que su amigo Henry James, que ejerció una importante influencia en su obra, demostró su preocupación por el sutil juego de las emociones en una sociedad que censuraba la libre expresión de sentimientos. Su conocimiento del conflicto de valores en este ambiente artificial confiere a sus historias una intensidad casi trágica.

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